sábado, 25 de febrero de 2012

Mordiendo el polvo

Centroamérica, a diferencia de lo que sucede por ejemplo en Argentina, sólo reconoce dos estaciones climáticas y no cuatro: la temporada seca, que va de
noviembre a mayo y la temporada húmeda que ocupa los meses restantes. Este es un dato que sabía antes de viajar pero nunca lo había imaginado tan tajante. Desde que llegamos a Panamá, sólo llovió una vez y muy poco. Naturalmente, que no llueva por tantos meses ocasiona diversas consecuencias pero una que ha llamado mi atención, tal vez por la cercanía cotidiana, es la cantidad de polvo que se acumula en las calles (que son de tierra) volviéndose por momentos intransitables. Entonces los que van en moto o en cuatriciclos (la mayoría) lo hacen con las caras tapadas por pañuelos y los que van caminando que Dios los ayude. Lo increíble, de todas formas, es observar el polvo acumulado en las hojas y plantas al costado de las calles. Por momentos, en un ataque ecológico, dan ganas de ir, despacito, sacándoles todo eso con un trapito húmedo así vuelven a brillar.

3 comentarios:

  1. HOLA!!!ESTOY CON AMANDA PASANDO EL DOMINGO...ALMORZAMOS TODOS JUNTOS Y COMO HOY NO HAY PLAYA DESPUES SE QUISO VENIR A PASEAR CON NOSOTROS...ESTA DIVINA!!!
    qUE INCREIBLE LA NATURALEZA POR ESOS LADOS,ESPERO QUE LA TEMPORADA DE LLUVIA LOS ENCUENTRE LEJOS...
    BESOS MAMA.

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  2. me hace recordar mi pasada por villa la angostura por momentos uno siente un nudo en la garganta tanta ceniza y polvo pero bueno lo de ustedes es casi un pequeñes comparado con aquello besos amigos

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  3. holis señores viajantes. Me alef¡gra por un lado que puedan descubrir a diario cosas nuevas, vivencias nuevas, situaciones nuevas. Tal vez, sean buenas o malas, que lleven alegrias o tristezas, que ayuden a unos y a otros no. Ahi esta el desafio, ahi esta la optica de lo maravilloso de su viaje: de vivirlo, de sentirlo, sin filtros, sin que nadie se los cuente, y por ultimo que los AGRANDE, LOS ENALTEZCA EN SU PERSONA Y EN SU SER MAS PROFUNDO COMO SERES HUMANOS. UN beso grande, pero sin tierra, jajaja. Tio Marcelo y Familia

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