Así todo nos escapamos a conocer la Playa de las Estrellas
que, como su nombre lo indica, es un destino natural de estrellas de mar que
eligen esas aguas para reposar. Haciéndonos paso entre las gotas nos
regocijamos al descubrirlas, bellas, anaranjadas y amarillentas, inmóviles.
Vero estaba chocha porque las veía por primera vez y no dudó en sentarse a su
lado para fotografiar el momento para siempre. Yo me conformé con contemplarlas
desde arriba, aunque también metí mano para tocarlas, nunca sacándolas del mar,
ya que eso les puede causar la muerte inmediata.
Y ayer, primero lancha, luego taxi y después doce horas de
bondi, llegamos a Panamá City, donde nos esperaba nuestra anfitriona de
Couchsurfing, una peruana divina que vive en un edificio hiper lujoso y que nos
abrió la puerta de su departamento con total confianza. Acá estamos, entonces, amagando
con salir cuando la lluvia nos da tregua, disfrutando de las comodidades y
adaptándonos a los escenarios magníficos que el viaje nos presenta día a día.
Seguramente debe ser un lugar muy bello.Que suerte que pudieron recorrerlo.
ResponderEliminarSaber que ya estan en la ciudad de Panama,me llena de emocion,estamos proximos a ese abrazo....
Los quiero mucho.
Sofia