sábado, 7 de julio de 2012

Amigos viajeros

A Mauro y Lila los conocimos en Playa Venao, Panamá, en nuestro primer gran destino del viaje y allí, junto a otros viajeros, conformamos un grupo unido, donde disfrutábamos de juntarnos a cenar, surfear y matear.
Cuando llegó la hora de la partida y nos despedimos, nos dijimos qué bueno sería volver a encontrarse en alguna otra parte del mundo, donde confluyan los viajes de unos y otros. En varios momentos de esta travesía por el corazón de américa evocamos esos días y recordábamos a sus protagonistas con nostalgia y con ganas de volver a encontrarlos.
Así que cuando nos enteramos que ellos estaban en San Cristóbal de las Casas, nos pusimos más que contentos, porque no sólo nos veríamos luego de seis meses, sino además podríamos compartir unos días, ya que también nosotros habíamos decidido tirar el ancla, aunque por un breve tiempo, en esta ciudad del sur mexicano.
Que estos amigos sean cocineros no es un plus nada desdeñable: ayer Maurito nos invitó a cenar ñoquis caseros a la bolognesa con vino tinto, conformando una tertulia impagable. De esta manera hemos transcurrido esta última semana, con la alegría de visitar amigos, de sentirnos esperados en su casa, de acompañarnos mutuamente en este último tramo, que es también el de ellos.

2 comentarios:

  1. Los caminos de la vida... que maravilloso que se hayan encontrado con sus primeros amigos rodantes del viaje, celebren ese encuentro!
    Euge

    ResponderEliminar
  2. Bonita anécdota (:
    Continúo leyéndolos!
    Abrazos desde La Rioja, Arg.

    ResponderEliminar