martes, 17 de julio de 2012

Yerbas varias


Me ha costado un poco, este último tiempo, ser preciso en los relatos. Pienso que algo tiene que ver el hecho de que visualice el final del viaje como un momento inevitable (y que eso me vuelva medio boludo), pero también influye, y esto va con certezas, que nos estamos moviendo constantemente para llegar holgados a Panamá City, ciudad desde dónde volaremos hacia Argentina.
No puedo pasar por alto, aunque lo hice, con lo que esto funcionaría como reparación, que el cumple de Vero lo hayamos pasado en El Tunco (El Salvador) junto al Chori y Amparo. Veníamos con Vero en pleno viaje desde Guatemala con la amargura de tener que pasar todo el día siguiente, 14 de julio, el cumple, arriba de un bondi, cuando avizoré la idea de desviarnos por unos días hasta donde estaban los chicos para compartir esta fecha. Como no podía ser de otra manera, organizamos todo y partimos hacia su encuentro.
De estos pibes qué puedo decir. En principio se encargaron de comprar una torta y carne para un asadito, lo que me facilitó todo. Gracias a ellos Vero pudo tener un cumple de primera, como Dios manda, con torta, velitas y festejo. De modo que extendimos la joda todo el fin de semana haciendo playa, jugando en el mar, mateando en las sombras. ¡Hasta pudimos escuchar, desde la arena, el recital de Gondwana! Una verdadera fiesta.
Al despedirnos de ellos volvimos a San Salvador, donde nos esperaba la familia Figueroa que, como ya es costumbre, nos invitó a comer y esta vez fueron unas pizzas de primera. Así nos saludamos hasta un próximo encuentro con Fabio y Álvaro que, con su hermano Marcelo, constituyen “los hombres más buenos del mundo”, un mote bien merecido que les estampé en la frente, por su solidaridad, el constante compromiso con la vida del otro, el respeto, el humor. Si cabría marcarles un defecto tendría que mencionar que son de Boca, pero cierto es que hablé de “los hombres más buenos del mundo” y no de hombres perfectos.
Y ahora, después de casi 24 horas de viaje ininterrumpido, llegamos a San José de Costa Rica, a la casa de Carlos, un anfitrión de Couchsurfing. Pero del futuro les hablaré después ya que aún no están muy claros nuestros próximos pasos.

4 comentarios:

  1. Hola!!!
    Cuantas cosas lindas,ya me dan ganas de armar una valija y salir a conocer a esa gente maravillosa...
    Aca con ganas de recuperarlos...ya esta entrando en juego la ansiedad de saberlos cercanos,y sinceramente acelera el pulso.
    Les mando un abrazo enorme.Los quiero mucho .
    Sofia

    ResponderEliminar
  2. Chicos hola, van redondeando el viaje y aca los esperamos con ganas de compartir momentos, besos de toda la flia.
    Euge

    ResponderEliminar
  3. Chicos, feliz dia! gracias por esos hermosos momentos en El Tunco.
    Buena vibra para el final de este viaje y el comienzo del otro...

    Santiago y Amparo.

    ResponderEliminar
  4. hola amigos que bueno verlos otra vez juntos y disfrutando de la vida m encanta que ni el tiempo ni el espacio los separe un abrazo grande para todos y vivan felices por siempre

    ResponderEliminar