domingo, 29 de abril de 2012

Lento regreso a La Habana

Cuando partimos de Santiago el cielo estaba plomizo y la humedad casi se podía tocar. No es una rareza este clima, puesto que la estación seca ya terminó, y pareciera que la cosa de ahora en más va a ser así. Llegamos a Bayamo con el ánimo por el piso y con ganas de encontrar una cama para echarnos a descansar. La intoxicación había pegado duro: la panza era un lavarropas y en la cabeza teníamos al carnaval carioca. Habíamos hecho un día de reposo y dieta, pero el cuerpo quería más, tanto más que así estuvimos, medio tumbados y a estricto arroz blanco y pollo hasta ayer, que los colores volvieron a la cara y el espíritu al cuerpo.
Bayamo es la capital de su provincia, una pequeña ciudad de ritmo activo pero no ligero, y pintoresca pero sin destellar. Para nada mediocre: digamos equilibrada.
La plaza principal era limpia y verde, y tenía muchos banquitos donde sentarse. Alrededor de ella había varios edificios históricos y un poco más allá, sobre una calle aledaña, el restaurant amigo que nos cocinó las cuatro comidas mientras allí estuvimos. Como andábamos con la dieta, nos preparaban especialmente un puré de malanga (una verdura similar a la papa) que nos había recomendado el doctor. La señora que nos alojaba también hizo de abuela y nos preparó un té de menta, para ver si la panza aflojaba con las turbulencias.

Camaguey
Luego de dos noches en Bayamo seguimos para Camaguey, otra capital de provincia. Ya nos habían hablado de que era una ciudad hermosa así que cuando fuimos no hicimos más que confirmarlo. Un boulevard la recorría de punta a punta conformando un paseo agradable por el centro de la ciudad que desembocaba en la plaza central. Fue allí donde decidimos quemarnos en el infierno entrando a una librería: compramos 5 libros que ya suman 20 en total y que estamos viendo qué dejamos para poder llevarlos. No es que seamos tarados, sino que están regalados: cada uno, lo pagamos 2 pesos nuestros, y ni se imaginan la calidad de esos libros. Sospecho que esto no es sólo una buena noticia para mí, sino también para aquellos amigos que les gusta indagar en mi biblioteca.
Por otra parte, esta semana que está terminando estuvo presentándose en Cuba el ciclo de cine argentino. Ayer fuimos a ver Luisa, una película aceptable. Y mañana veremos Regresados (que ya la vi pero Vero no), a mi criterio, excelente film del mismo director de 76 89 03.

Sancti Spíritus
Este peregrinaje por las provincias del interior hoy nos trajo a Sancti Spíritus, otra capital. Esta parada es el fin de una trilogía apresurada por capitales de provincia que llevamos adelante con el único fin de conocer a sus sociedades por fuera de ciudades importantes (como La Habana y Santiago) y de ciudades turísticas (como Cienfuegos, Santa Clara o Trinidad). Sabemos que la imagen de un país no la da su capital ni sus sitios turísticos, sino su relación compleja entre estas y aquellas donde la vida transita sin pena ni gloria. Pensemos en Argentina: ni Buenos Aires es representativa, como tampoco lo son las Cataratas del Iguazú. Es decir, ni por si solas ni en combinación entre ellas. Perdón por el enrosque, pero quiero decir, en definitiva, que para tener una idea acabada de una sociedad, es necesario transitar lugares adonde el ojo del turista no se posa y adonde la vida se vuelve más cruda, más real. E introduzco esta mirada para intentar una respuesta a algunos comentarios y correos que leí donde me piden que cuente algo más sobre el cubano y su estilo de vida.
Antes de redactar algunas líneas al respecto es importante no perder de vista que lo mio es una apreciación de viajero y no presume de querer cuantificar datos ni volverse estadísticos.
El cubano es un tipo piola, pero no canchero; trabajador, pero no esclavo; y sabio para disfrutar (también como el argentino) momentos con la familia y con amigos.
Un cubano mateando
Pueden verse en las plazas, a cualquier hora, rondas de hombres discutiendo sobre pelota (así se refieren al beisbol, que es el deporte nacional) y por la noche a familias con sus niños caminando en la plaza. A los tipos les gusta tomar (sobre todo ron, que lo toman puro, de la botella y sin hielo) y jugar al ajedrez, a las damas o al dominó; es curioso, porque levantan las mesas en cualquier lado, preferentemente en las veredas y los parques. Lo que no distingue género son los gritos. Esto que parece algo molesto, no lo es tanto si uno piensa que acá no existe violencia, y no hablo de la inseguridad solamente, sino que los hombres discuten fuerte, muy fuerte, pero nunca llegan a las manos. Imagino que esto responde a que por algún lado tiene que salir ese instinto primitivo de querer ahorcar al otro en medio de un debate. Lo último que se me ocurre sobre este tipo de características sociales es que todos leen el diario. Y están informadísimos. Te ven argentino y ya te empiezan a hablar de Malvinas, de nuestra economía, de YPF (¡vamos por todo, carajo!), de fútbol, de messi.
También me preguntaron a qué se dedica la gente, que sería más o menos cómo está estructurada la economía. Una vez más tengo que decir que esto es sólo una apreciación personal y no está sujeto al rigor del análisis. Como en Cuba hubo una reforma agraria (algo que sería saludable suceda en Argentina y en otros países donde el latifundio es una lacra), hay mucha gente que se dedica a la pequeña agricultura, principalmente a la caña de azúcar y en menor medida al plátano;
también a la ganadería, en donde se destaca la actividad avícola y porcina, por sobre la bovina, que prácticamente no existe. Actualmente la principal fuente de ingresos en Cuba es el turismo, que relegó al níquel a un segundo plano. Por ello deduzco que mucha gente se encuentra empleada u ocupada en restaurantes, bares, hoteles, casas de familia que alquilan habitaciones, transporte (taxis, bici taxis, camiones, colectivos). Por último, como acá el Estado es muy fuerte y grande, hay muchos empleados públicos. Esto último lo digo en el sentido estricto (que entendemos nosotros) de lo público porque acá todo es del Estado, desde el cine a un changuito que vende churros en la esquina.

Curiosidades
Este ítem me causa gracia porque funciona como “perlita”, como cosa que no encaja en el relato pero que me ayuda a escribir lo que de otra manera no sabría. En este punto, entonces, dos cuestiones: la primera es que en todas las casas adonde nos alojamos trabajan una o dos mujeres que limpian, cocinan u ordenan; la segunda es que las casas no tienen garaje.



3 comentarios:

  1. holaaaaa, buen dia. Que bueno se va poniendo esto, de verdad. Este relato tan particular, espontaneo, autentico, me impresiona. si bien sabemos que es tu vision, pero en realidad es tu sensibilidad que capta estas cosas que tanto te reclamaba. Es cierto que a veces uno s edeja llevar por lo primero que ve y dice ahh buenooo, que lindo. Por eso lo valioso d etu viajes lo reflejas en el slogan del blog: Vive como viajas, y le agregaria ahora, "y te contare como son", jajajaa. Me alegro, leon de la malasia (por tu cabellera, jajaja), que esten mejor de esa intoxicada, y que puedan seguir recorriendo, conociendo a ese gran pais. Y no te olvides de algo, sos un comunicador social, y eso te distingue para que nos relates, nos cuentes todo ese misterio, ese encanto que tiene el conocer gente, sus origenes, sus formas de vida. Sigan adelante, ahhh, al no tener garaje las casas, podre laburar de trapito? me llenaria d eguita, jajaja. Un abrazo, ahhh, me olvidaba como anda el camel back( para los inexpertos la mochila de agua) no la habras dejado, no? Otro beso, Tio Marcelo

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  2. Hola Chicos! menos mal que van mejorando, pero tengo un chiste malo que no puedo dejar de compartirlo...Cuando llegaron a Bayamo, se miraron y dijeron...
    BAYAMO A UN BAÑO! ajajajjaj...
    me gusto que caracterices al ciudadanos comun en un dia tipico. Besos! pd: desde ayer Cata camina para todas partes!! Euge

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  3. hola!! Que lindos relatos....lastima que anduvieron flojitos.Aca todos estabamos ansiosos esperando noticias...Mañana nos viene a visitar Perla,y nos contara con lujo de detalles toda la experiencia del viaje.
    Quizas puedas enviar los libros a Argentina despachando una encomienda,tendrias que averiguar.Asi no se les dificulta el seguir viaje con ellos.Les mando un fuerte abrazo y no veo la hora de poder conctarnos por skype,asi nos vemos.En algunas fotos que vi de Cuba,que tenes el pelo mojado,te queda muy lindo...tendrias que ver de ponerle algun gel,quizas descusbris un nuevo look.
    Besos.
    Sofia

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