viernes, 2 de mayo de 2014

El hombre que se hizo cargo de su sueño

Esta es la historia de Pichín, el tipo que vivió para su sueño. Y que su sueño se multiplicó en infinitos fenómenos, creando hoteles de nutrias, tres puertos, mirador, represa y el sitio más elegido del lugar para descansar.

-¿Tienen tiempo? – pregunta, los pelos blancos prolijamente para atrás, metro ochenta y largos, erguido-. Caminemos un poco que les cuento sobre el Parque, que fue basural, que era un basurero, incluso donde yo venía a jugar y desde donde me hice mis primeros pesos cuando niño. Yo juntaba el vidrio y el hierro y me hacía unas monedas para las galletitas, que ahora parece una pavada pero en ese momento, si bien no faltaba nada, unas galletitas era algo que cualquier pibe valoraba. Esto era todo basura –y extiende el brazo, un brazo largo y ancho que alcanza para comprender perfectamente cuando dice “todo basura”-.  Yo mandé una solicitud al Municipio de Gonzáles Chávez para que me permitan hacer un Parque, ad honorem. Yo no quería un mango, no me podían decir que no. Así que un día veníamos con el Delegado en auto, mirando terrenos y me jodía, te podría dar el basurero. Y dámelo, qué problema hay. El tipo me miró como pensando “este tipo está loco”. Dámelo. ¿En serio? Sí. Bueno, te lo doy. Así que empecé a limpiar, despacito, alternando con mi trabajo en el Vivero [i], primero planté árboles todo alrededor, y ahí también vinieron los primeros inconvenientes, porque venían los animales y rompían todo, no había alambrado. Pasamos muchas etapas difíciles. El río medía algo más de un metro y lo ensanché, vinieron con topadoras y lo abrimos de allá hasta acá.


El Parque tiene casi tres hectáreas y se encuentra a mil metros del pueblo, camino al cementerio, sobre la ruta que conduce a Barra y Laprida. Pero no sólo se trata de verde, porque Pichín se ocupó de brindarle comodidades edilicias con el objeto de que toda la comunidad pueda disfrutarlo, para cumpleaños, asados, casamientos. De este modo construyó un quincho, con baño, duchas, mesas y bancos, cocina, lavatorios, todo en un ambiente donde los grandes ventanales permiten vivir el lugar a pleno.

Estas maderas que están en las ventanas me las regaló un amigo. Acá todo lo hago de mi bolsillo y después la comunidad, cuando puede, colabora. Si tengo que ir a soldar algo, a veces me preguntan “¿para el parque?”, no, déjelo y así. Vení, vamos para allá. Acá esta represa la hicimos hace poco más de un año. Fue muy importante, es muy importante acumular agua, porque el agua es vida. Entonces aparecen las plantas, acá hay plateaditas, nutrias, renacuajos. Acá te parás y escuchás un concierto de pechitos amarillos fenomenal. Esta es la llanura. Te abre los ojos, acá se puede pensar sin que nadie moleste –la mirada grande, los ojos de muchos colores, su paso firme.

Continuamos por el camino demarcado hacia un mirador, la parte más alta del terreno, de un terreno que está por debajo de la línea de la ruta, ya que hubo que irse para abajo para buscar tierra buena, y que cuando llueve mucho se inunda, pero no importa, dice Pichín, “porque después queda mucha humedad y eso es bueno”. Desde allí contemplamos todo lo que hay para contemplar. Los montes que están ¿a cuánto? ¿Seis kilómetros? ¿Diez?, el río, que se llama Seco pero que tiene buena cantidad de agua, algunas personas sentadas, otros niños jugando en las hamacas. El sol en el fondo, entre las nubes, regala algunos rayos de vez en cuando. Salimos hacia la ruta y caminamos hacia la entrada principal.

Yo siempre creí que en este Parque habitan duendes. Viajando por el sur vi algunos duendes, pero todos feos. Y los duendes que yo veía no eran feos y quería representarlos. Entonces un día caminando por San Martín de los Andes, un señor sentado dibujando muy lindo, prolijo, porque viste que lo primero que impresiona es la presencia, que no tiene nada que ver con tener o no tener guita, sino de ser limpio y decente, perdón me fui; entonces, decía, caminando y viendo los trabajos que este hombre hacía me acerqué y le relaté cómo me imaginaba yo mis duendes. Y mientras le relataba el tipo iba dibujando y me los hizo tal cual yo los pensaba. Y bueno, son esos duendes de ahí –señala un letrero tallado en madera, dibujado con duendes, cartel que da la bienvenida al Parque.

Los duendes del Parque son, también, un grupo en Facebook que colabora o difunde este sueño, lo que implica, entonces, que los duendes existen.

Porque acá hay vida. Acá vienen los amantes a besarse, los niños a jugar, las familias comen torta, hoy vinieron unos chicos muy buenos a comer un asado. Acá viene la gente a leer, a andar en bici, los grupos de chicos, acá hay vida. Antes había muerte. Un basurero es muerte. Había residuos, venenos, mirá ahora, ahí ese cantero lo hicimos hace poco, la glorieta con parras y jazmines. Tenemos muchos proyectos que vamos ejecutando, a medida que podemos. ¡Y van surgiendo nuevos! –se ríe y es un niño, un niño con 74 años que disfruta de meterse con sus cosas, en sus andanzas. Porque escuchame, la diversión no puede ser exclusividad de los ricos, qué, si no tenés plata no te vas a divertir. Acá hacemos campeonatos de vóley, remamos con kayaks, hicimos un encuentro con cuarenta aviones, una locura.

La tarde transcurre y Pichín nos invita a matear junto a otro cómplice, también responsable de transformar la muerte en vida. Entre ambos rememoran anécdotas del pasado, se ilusionan con futuros proyectos. Afuera el césped inmenso nos rodea, el cielo se nos cae con aplomo, la llanura se dibuja como paisaje perfecto.


[i] María y José, ese es el nombre del vivero, uno de los más grandes y bellos de la región.

7 comentarios:

  1. Me encantó tu relato,tal cual es Pichin ,un personaje,único.

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  2. Que bueno tener gente asi cerca!!! Tan inspiradores....Pude conocer a Pichin y a ese bello lugar y son fantásticos,seguramente les repitamos la visita en unos días.Un gran abrazo para el y toda la energía para que pueda seguir con su sueño.
    Sofia

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  3. un ejemplo de vida y de personas tanto Pichín como Duby (su esposa)... Pichin te enseña....demostrandote que a los sueño hay que perseguirlos...ir a buscarlos...luchar por ellos..y luego cuidarlos... CON MUCHO AFECTO HE COMPARTIDO TARDE DE CHARLAS, MATE Y SABIDURIAS... me encanta escucharlo... Desde La Plata... UN ABRAZO GIGANTE. (Luciana)

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  4. Cuántas veces me encontré diciendo "vivo en De La Garma, un pueblo chiquito pero que tiene un PARQUE HERMOSO..." dejando a muchos atónitos cuando tienen la suerte de conocerlo y ponerse a reflexionar sobre el trabajo que ha logrado este GRAN hombre... "El flaco... Pichin".
    Hermoso el relato!!!

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  5. LA VERDAD Pichin es un EJEMPLO DE VIDA A SEGUIR un tipo muy trabajador !! SOY DE DELA Y LO CONOZCO MUY BIEN anonimo

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  6. Muy lindo relato vero! lo leo y me emociono, a pichin como el le gustaba que lo llamasen..! se lo quiso y se lo va a querer mucho! ya que el formo parte de nuestra infancia. mejor dicho de nuestras vidas (recuerdo los viajes y las charlas con el muy amenas) los consejos que nos daba, la pileta los veranos, sentarse a hablar y tomar unos mates... un saludo y abrazo para la familia y sus seres queridos. Gracias por todo pichin! Donde quiera que estes vas a seguir con tu enseñanza de vida, cuidar, crear cosas y cultivar la tierra... mejor dicho el Cielo paz

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  7. se nos fue un gran hombre ,un ejemplo de luchador ,que demostro que querer es poder ,solo hay que dar un primer paso para cumplir con un objetivo ,hasta siempre Tio Pichin .Mary Souto

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