martes, 29 de mayo de 2012

Tatuajes

Lo habíamos advertido en Honduras, pero comprendimos su fatalidad en El Salvador, cuando Marcelo nos contó algunas de sus historias con relación a los tatuajes. Él venía sintiendo ciertos rechazos por parte de la sociedad, y esta se daba en diversos ámbitos, como un supermercado o un despacho público. Entonces decidió, en un momento de locura y creatividad e inteligencia, disfrazarse de sacerdote y andar por la vida así, para ver cómo le iba.
Lo que descubrió lo paralizó: no hacía fila en ningún lado, siempre le cedían asiento, todos le hablaban despacito y cordialmente, una joyita.
Esta anécdota, que es graciosa, y más cuando vez que en la foto de su documento está vestido de sacerdote, da cuenta de la persecución que soportan quienes deciden tatuarse el cuerpo en esta parte del globo. Resulta que acá los tatuajes están asociados con las pandillas (Las maras) y la cosa puede complicarse en una requisa o si te ven sin remera en la calle.
Marcelo tiene tatuado todo el brazo. Es impactante observar, cuando caminás a su lado, como primero le miran el brazo y luego su cara, en un acto violento, conservador y estúpido, que de nada contribuye con la necesidad de una sociedad de liberarse de sus prejuicios.
Y el problema de las pandillas es una cuestión aparte, porque para intentar dar una explicación, se necesita abrevar en las desigualdades sociales, el crimen organizado, el negocio del narcotráfico y la falta de perspectivas y futuro para los pibes. Un síntoma preocupante que acusan algunas naciones de esta partecita de la tierra.

1 comentario:

  1. Hola!!!
    Cuantas cosas pasan por esos pagos....!!!
    Espero que ustedes lo esten disfrutando de lo lindo,y aprendiendo y compartiendo nuevas historias....Estaba pensando en la importancia de hablar el mismo idioma,cuantas cosas se pierde uno cuando visita lugares que no comparten la misma lengua....
    Gracias por acercarnos con sus relatos.
    Los quiero mucho
    Sofia

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