lunes, 7 de mayo de 2012

Primeros pasos en Honduras

Luego de reponernos de los nervios del avión y de la angustia en Migraciones, charlando con la familia, leyendo los diarios, actualizando cositas del blog, partimos para Comayagua, una ciudad poco agraciada a casi 90 kilómetros de Tegucigalpa. Como decía, Comayagua no deslumbra por su belleza ni mucho menos, pero tiene algunas cosas que la vuelven interesante. El más rimbombante, y orgullo para sus habitantes, es que aquí se encuentra emplazado el reloj más antiguo del mundo, que aún funciona.
Fue fabricado por los Moros (que dominaban España) en el año 1100, y ahora puede verse en la fachada de la Catedral. Otra de sus atracciones es la Campana, famosa por haber sido utilizada el 28 de septiembre de 1821 por Don Teodoro Boquín y Boquín para anunciarles a los pobladores la llegada de los Pliegos de Independencia que designaba como pueblos libres de España a los países de Centroamérica y México. Por último, todavía se conserva la Capilla de Indios que consiste en una adaptación estratégica que hizo la Iglesia Católica para poder reunir a los indios e inculcarle su religión y cosmovisión. Como la Iglesia tenía como fin último adoctrinar a los indios, y como estos jamás hubiesen entrado a un sitio cerrado a glorificar a un Dios, se creó este espacio de modo de manipular sus intereses. Es una Iglesia en dos versiones: la conocida, en un espacio cerrado; y la otra, en un espacio abierto. Este proceder fue llamado, eufemísticamente, sincretismo.  Actualmente diríamos que esto fue una perversa manipulación para engañar espíritus ingenuos.

Gracias
Así se llama el pueblo en donde estamos. Es bien colonial, con calles de piedras e iglesias que datan del siglo XVII y XVIII. Aquí llegan muchos turistas locales ya que además tiene un parque nacional y un complejo termal. Al primero fuimos temprano, pero no lo recorrimos todo, ya que semejante empresa puede llevar hasta dos días. En él se encuentra el pico más alto de Honduras con 2849 metros: dicen que en un día claro puede verse el país vecino de El Salvador. Pero nosotros nos contentamos con recorrer algunos senderos de baja intensidad y matear al pie de un arroyo, mientras veíamos el fluir del agua entre las piedras. Hacia tanto tiempo que andábamos por ciudades, que volvimos a sorprendernos del ruido de los árboles, de la vista húmeda de las montañas y de algunos pájaros de colores que nos acompañaban por el camino.
Por la tarde fuimos a conocer las termas. A diferencia de las de Argentina (al menos las que conozco y me han contado) acá no están edificadas. Es decir, no hay espacios donde hacen masajes o chorros que caen en diferentes direcciones o piscinas cerradas. En el caso particular de hoy, las termas eran una sucesión de piletas de diferentes tamaño y casi igual temperatura. Lo lindo, precisamente, es que todas conservan sus paredes de piedras y el piso también de piedra o musgo. En este sentido, debo decir que son más “naturales” que las de Argentina.
Curiosidad
Hoy cumplimos cuatro meses de viaje, desde que partimos de Argentina.

2 comentarios:

  1. Hola!!! Pareces Rambo en la foto!!...cuando se esconde en pantanos y aparece de golpe,ja,ja...debo decir que estas muy lindo,el pelo mojado te sienta muy bien.Aca en Argentina tambien hay termas naturales,en Mendoza,en Fiambala(Catamarca),pasa que estan mas alejadas y son menos promocionadas.Que buen lugar para reponer pilas.
    Mucha suerte y besitos para Vero.
    Sofia

    ResponderEliminar
  2. Llegaron a los 4 meses de viaje!! los felicito! la convivencia viene bien o esa foto el la ultima antes que vero te la hunda en la terma??? jajaja
    Estaria interesante que armen una historia teniendo en cuenta los nombres de los pueblos y ciudades, pq son bastante originales, no? Besos. Euge

    ResponderEliminar