En La Plata me gustaba parar en El Hornero, la rotisería que
está al lado del quiosco de diagonal 73 y 6. Allí íbamos con Vero a comer unas
empanadas, o con el Chori o con Lucho para apurar unas cervezas, o con Facu, a
fumar unos puritos y sentir, sentados en el banco del boulevard, como el viento
y el tiempo transcurren, a veces de la mano.
Necesito, de la misma forma que necesito leer o hacer
deporte, generar estos espacios públicos que contienen mis ganas de estar en la
yeca, charlando con el empleado que atiende, con los clientes que se suceden,
picoteando alguna cosilla que siempre se ofrece como la mejor de la cuadra o
del pueblo, según el caso. Me gusta sentirme parte de todo eso.
En lo que va del viaje (hoy cinco meses) está práctica ha
sido tan recurrente como cuando estaba en Argentina. A menudo no es fácil
generar esa relación de parentesco entre dueño o empleado y cliente porque las
prisas del camino hacen que uno no pueda instalarse suficiente tiempo en cada
lugar. Pero aquí en El Tunco llevamos diecisiete días, convirtiéndose de esta
manera en el lugar donde más hemos estado.
Desde hace algunos días tenía ganas de escribir sobre esto,
pero ayer cuando fuimos por enésima vez al barcito comprendí que la cosa era
recíproca, y que también al dueño o empleado le gusta sentirse correspondido.
Al acercarme por una cerveza, exclamó: ¡Otra vez por acá! Me sentí orgulloso
porque el tipo me había reconocido, y porque el hecho de volver nuevamente
cerraba un círculo que ambos estábamos esperando, tal vez en el inconsciente.
Entonces nos sentamos con Vero pero no en las mesas del bar
(casi nunca hago eso) sino en el pequeño muro de enfrente, para contemplar todo
el movimiento con perspectiva. Acomodé la cerveza entre mis piernas y nos
dispusimos a estar, mirando como la señora hace y cocina las pupusas que
comeremos en un rato, notando como todo el mundo se vuelve tan perfecto desde
esa lógica, la del barcito y las buenas compañías.
Que buena nota!!! Por cierto....no le escribiste el dia del periodista????
ResponderEliminarFeliz dia!!!
Espero que continuen los buenos relatos....Un beso gigante para los dos.
Sofia