ir a hacer las compras en cuero, cocinar (en las ciudades generalmente comíamos afuera porque los hoteles no tienen cocina y los hostels no existen), andar todo el día en pata y, naturalmente, surfear.
Volver a meterse al agua nunca es fácil porque en el surf intervienen
diversas variables como el estado físico, la concentración, el miedo, el
conocimiento del mar y las olas, la disciplina. Pero ayer nos metimos a la
tardecita a tantear la cosa y descubrimos que el agua es tibia y que la ola es
grande pero gorda, chancha, glass.
Eso la vuelve poco agresiva y amena para estos primeros días.
Sentir nuevamente la sensación de estar arriba del agua,
dominando la naturaleza, es uno de los placeres individuales más grandes, no
sólo de este viaje, sino de la vida misma. Porque se trata, en definitiva, de
sentirse parte de la natura, de
comprender la armonía entre el hombre y la misma.
De modo que aquí estamos, disfrutando de las olas y del
paisaje selvático que nos rodea, mateando en la orilla y sintiendo como la
arena se nos mete entre los dedos de los pies.
Hermosa esa terrazita!! Que sensación extraeorinaria la que se siente cuando se sumerge uno en esa imensidad, amo la playa!
ResponderEliminarEuge
Hola!!!
ResponderEliminarQue buen lugar!!! Les queda chanta!!!
Ojala puedan tomar buenas olas y disfrutar de unos buenos dias de playa.
Por estos pagos todo lindo....tambien disfrutando antes de que lleguen los frios fuertes....
Abrazos
Sofia
Holissssssssssssss, aqui reapareciendo. Me alegra que sigan disfrutando de esa hermosa e irrepetible vivencia que estas haciendo. Ahhh, Igna dejate de joder, ponete las pilas y entrena un poco a ver si dicen que todos somas pata dura en el futbol, jajajaa, encima vos que sos de buen pie, jajaja . Los queremos, Tio Marcelo
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